El estrés. El Miedo. El Nerviosismo. La ansiedad se cobra un alto precio en la salud de nuestro cuerpo y mente, y millones de personas experimentan los síntomas de esta enfermedad cada día. De cualquier manera, la gente está recurriendo al cannabis -en particular al CBD- para tratar de controlar estas desagradables sensaciones que causa la ansiedad. Pero, ¿funciona realmente el aceite de CBD para la ansiedad? Echemos un vistazo a lo que dice la ciencia y nuestros clientes.
Hay varias formas de tomar el aceite de CBD para la ansiedad. Puedes tomarlo por vía oral, inhalarlo o aplicarlo tópicamente. Cada persona responderá de manera diferente al aceite, así que es importante experimentar para encontrar el método y la dosis que funcionen mejor para ti.
La ansiedad es una respuesta emocional normal y adaptativa que experimenta el ser humano ante situaciones que percibe como amenazantes o desafiantes. Es una reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibe como peligrosas o estresantes.
Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y sin un motivo real, puede convertirse en un trastorno de ansiedad, lo que significa que interfiere en la vida cotidiana de la persona y puede provocar una gran cantidad de malestar emocional y físico.
Los síntomas de la ansiedad pueden variar de una persona a otra, pero pueden incluir preocupación excesiva, miedo o temor constante, tensión muscular, problemas de sueño, sudoración excesiva, palpitaciones, temblores, dificultad para concentrarse y fatiga.
El trastorno de ansiedad es un problema de salud mental común y, en muchos casos, puede tratarse con éxito mediante terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, y en algunos casos, con medicamentos ansiolíticos, como pueden ser los aceites de CBD o las cremas con CBD. Es importante buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas de ansiedad que afecten la vida cotidiana.
La ansiedad, produce malestar, confusión y miedo, puede tener efectos diversos en la calidad de vida. Mientras que algunas personas sólo experimentan ataques puntuales de ansiedad, otras se ven agobiadas de manera practicamente constante, lo que dificulta mucho la calidad de sus vidas. El trastorno de ansiedad generalizada (la forma más común de ansiedad) afecta a alrededor del 6,7% de la población sólo en España. Por desgracia, los casos de ansiedad siguen aumentando en todo el mundo (en parte impulsados por la reciente pandemia), a pesar de la multitud de opciones de tratamiento disponibles. Una serie de factores son responsables de este aumento, como el estrés y los traumas durante la infancia, los malos hábitos de sueño, el exceso de exposición a las redes sociales e incluso la dieta.
Se conoce el rastorno de Ansiedad Generalizada, TAG, es un trastorno de ansiedad caracterizado por la ansiedad crónica, la preocupación exagerada y la tensión, incluso cuando hay poco o nada que la provoque.
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo, TOC, es un trastorno de ansiedad y se caracteriza por pensamientos recurrentes y no deseados (obsesiones) y/o comportamientos repetitivos . Los comportamientos repetitivos, como lavarse las manos, contar, comprobar o limpiar, se realizan a menudo con la esperanza de prevenir los pensamientos obsesivos o hacerlos desaparecer. Sin embargo, la realización de estos llamados “rituales” sólo proporciona un alivio temporal, y no realizarlos aumenta notablemente la ansiedad.
Comúnmente el pánico es un trastorno de ansiedad y se caracteriza por episodios inesperados y repetidos de miedo intenso acompañados de síntomas físicos que pueden incluir dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire, mareos o malestar abdominal.
El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) o PTSD en inglés , es un trastorno de ansiedad que puede desarrollarse tras la exposición a un acontecimiento aterrador o a una prueba en la que se haya producido o amenazado con un daño físico grave. Los sucesos traumáticos que pueden desencadenar el TEPT son las agresiones personales violentas, las catástrofes naturales o provocadas por el hombre, los accidentes o los combates militares.
La fobia social, o trastorno de ansiedad social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por una ansiedad abrumadora y una excesiva autoconciencia en situaciones sociales cotidianas. La fobia social puede limitarse a un solo tipo de situación -como el miedo a hablar en situaciones formales o informales, o a comer o beber delante de otros- o, en su forma más grave, puede ser tan amplia que una persona experimenta los síntomas casi siempre que está rodeada de otras personas.
El CBD, o cannabidiol, es un compuesto natural que se encuentra en la planta de cannabis. Se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y ansiolíticas, entre otras. En cuanto a su efecto sobre la ansiedad, el CBD actúa sobre el sistema endocannabinoide del cuerpo humano.
El sistema endocannabinoide es un sistema de neurotransmisores, un sistema de comunicación celular, que se encuentra en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro y el sistema nervioso central. Este sistema está compuesto por receptores de cannabinoides, enzimas y endocannabinoides, que son compuestos producidos por el propio cuerpo.
El CBD interactúa con los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide, que se encuentran en diversas áreas del cerebro y del cuerpo. Al interactuar con estos receptores, el CBD puede ayudar a regular los niveles de ansiedad y estrés en el cuerpo.
Se ha demostrado que el CBD reduce la ansiedad en estudios clínicos en humanos, como en el caso del trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno obsesivo-compulsivo. El mecanismo exacto por el cual el CBD produce estos efectos ansiolíticos no está del todo claro, pero se cree que está relacionado con su capacidad para aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor que se ha relacionado con la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.
En resumen, el CBD funciona para reducir la ansiedad al interactuar con los receptores del sistema endocannabinoide, y se cree que esto está relacionado con su capacidad para aumentar los niveles de serotonina en el cerebro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la investigación sobre el CBD y la ansiedad aún es limitada y se necesitan más estudios para entender completamente su efectividad y mecanismos de acción.
El cannabidiol (CBD) y diversos estudios muestran que este fitocannabinoide tiene propiedades que pueden ser ayudar en la lucha contra la ansiedad, además de tener una potencialidad para combatir el estrés, el insomnio y el dolor crónico.
Aunque todavía son necesarios más estudios científicos, hay un gran numero de literatura científica y preclínica con evidencia de que el CBD puede ser un gran aliado para ayudar a combatir diversos tipos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizado, el trastorno de pánico y las fobias (como la ansiedad social).
Productos como el aceite cbd o los productos con CBD de uso tópico también podrían ser beneficiosos para el ayudar a reducir otros trastornos que no son catalogados directamente como trastornos de la ansiedad, pero en los que el incremento de la ansiedad juega un papel clave, como son el trastorno obsesivo-compulsivo y también el estrés postraumático.
De cualquier manera, entre los profesionales sanitarios, se propaga la idea de que queda mucho camino para poder afirmar todas estas conclusiones de manera absoluta, aunque muchos reconocen la potencialidad de el CBD para tratar la ansiedad.
El aceite de CBD es comunmente utilizado para reducir la ansiedad gracias a sus propiedades relajantes, hay un fármaco aprobado llamado Epidiolex. Entre sus beneficios, teniendo en cuenta sus diferentes formatos,, se encuentran las siguientes propiedades:
Sí, pero depende de para qué se utilice. En España el uso de CBD y la producción de productos ricos en CBD, es legal siempre y cuando el producto en cuestión este destinado para su uso externo, por ejemplo para el cuidado de la piel o para el tratamiento de diferentes tipos de afecciones cutáneas, entre otros usos.
Sin embargo, aún no ha recibido la certificación para ser registrado como un producto alimenticio. Por tanto, En España solo esta permitido su uso en áreas externas para tratar padecimientos de la piel, o utilizarlo como un medio de cuidado cutáneo.
En otros países, como Estados Unidos o Canadá, su uso más extendido es precisamente por vía sublingual. Esto consiste en poner unas gotas de CBD debajo de la lengua, reteniéndolas en la boca hasta que se absorban en la mucosa oral. Pero, por el momento, en España no está aprobado.
Afortunadamente, el CBD se está estudiando cada vez más y los resultados son muy positivos. Incluso la OMS ha publicado un informe en el que lo declara una sustancia segura y que no genera adicción.